Nací en la ciudad de México y a los 17 años me mudé a la ciudad de Guatemala en donde estudié cuatro años Nutrición en la Universidad del Valle de Guatemala. En el 2004  regresé a la ciudad de México en donde acumulé experiencia laboral en programas de salud y nutrición, así como en consultoría en mercadotecnica de alimentos. Con el tiempo me di cuenta que la forma de tratar los alimentos y la nutrición era muy superficial y rara vez se tematizaba el trasfondo de la relación con el tipo de producción o sus consecuencias sociales y ambientales.

Así, en el 2010 me embarqué en la aventura de estudiar una maestría en Negocios Internacionales de Alimentos y Estudios del Consumidor por la Universidad de Kassel en Alemania. Una de las mayores lecciones fue darme cuenta de lo poco que sabía del campo, no podía reconocer ni una planta de zanahoria! Durante mi primera pausa entre semestres tuve la oportunidad de hacer una pasantía en Cochabamba, Bolivia. Como era de esperar, ahí tampoco podía reconocer muchas plantas comestibles, pero sobre todo me di cuenta que no había dimensionado el impacto de la interacción internacional en la soberanía alimentaria de los países. Terminando la maestría me mudé al sur de Alemania y me dediqué al Comercio Justo  y la Responsabilidad Social por once años.

Durante ese tiempo trabajé con productores y empresas de alimentos en más de 30 países y visité varios productores en América Latina, para entonces ya podía reconocer una que otra planta comestible :). Esa experiencia me llevó a la conclusión de que el comercio justo no puede tener mayor impacto, si no se desarrolla también localmente en los países de origen y que los países más „desarrollados“ tampoco se salvan de esa realidad. En el 2020 tuve la experiencia más enriquecedora de la vida, me volví mamá. Entre las desveladas y las amamantadas decidí que estaba lista para evolucionar mi vida profesional. En un viaje familiar descubrí por casualidad en un libro de cocina que una de las autoras había estudiado gastrosofía (disciplina que reflexiona sobre la conexión entre la comida, la cultura y la filosofía, explorando cómo la gastronomía influye en la experiencia humana y su impacto en la identidad, sociedad y ética) y sin dudar ni un segundo sabía que había encontrado mi siguiente aventura. Por suerte encontré un programa espectacular ofrecido por la Universidad de Salzburgo y con todo y bebé y marido ( y después perro) nos embarcamos en la hazaña de viajar casi cada cuatro semanas a Salzburgo.

Por suerte la locula concluyó felizmente en el 2023 lo que sirvió de inspiración para todos los proyectos a los que me he dedicado desde entonces. Sin duda asentuó mi pasión por la cocina y la alimentación consciente y sustentable aplicando el lema „piensa global, actúa local“.